Cantabrico Militaria Catalogo

«Antes de entrar era imposible imaginar lo que había dentro», aceptan las fuentes consultadas por ABC. Pero lo que sí estaba claro es que los responsables de «Cantábrico Militaria» -últimamente era la hija la que dirigía el negocio con la supervisión de su padre- vendían armas inutilizadas con la normativa anterior a 2011 a todo el que que se las pidiese, y además de esto proveía por un canal paralelo las piezas para reactivarlas si de esta manera lo pedía el cliente. Manuel Prieto y su hija permanecieron tres meses en prisión, acusados de tráfico, depósito y tenencia ilegal de armas. Cinco años después, la operación policial se vino abajo, como un castillo de naipes. La Policía Nacional anunció que se había incautado del mayor armamento de la narración de España cuando detuvo, en el primer mes del año de 2017, a los dueños de la tienda de coleccionismo Cantábrico Militaria, Manuel Prieto Valle y su hija, Amaya Prieto, diplomada en Preciosas Artes y reputada experta en armas históricas. El Ministerio del Interior lo catalogó como «El mayor golpe al tráfico de armas».

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El golpe policial contra esta «activa organización criminal» en expresiones del Ministerio del Interior todavía tiene pasmados a los coleccionistas de armas de todo el país, que todavía no dan crédito a que los cinco arrestados hayan sido encausados y tres de ellos mandados a prisión sin fianza. Cuatro años una vez que el Ministerio del Interior celebrase el «mayor golpe contra el tráfico ilegal de armas» y de que se encarcelase durante meses a los detenidos, el juez ordena la devolución de esas armas de coleccionismo a sus lícitos dueños. En el operativo realizado en España, los agentes arrestaron a cinco personas y se incautaron armas de guerra «listas para su venta a grupos terroristas y de delincuencia organizada», según insistieron desde el Ministerio del Interior y desde la sede central de Europol, que coordinó el operativo. La Policía de españa había abierto una investigación sobre esta supuesta «tienda de deportes», pero en el curso de las pesquisas se produjeron 2 hechos importantes que aceleraron las pesquisas. El primero de ellos, en verano pasado, cuando la Brigada Provincial de Información de Valencia desmanteló un conjunto ordenado destinado a la reactivación de armas y su posterior distribución .

Un Cetme Por 180 Euros: De Este Modo Es El ‘catálogo’ De La Mayor Red De Tráfico De Armas Desarticulada En España

Pero no solo cetmes, la firma ofrecía en sus catálogos legales otras armas de guerra, siempre y en todo momento inutilizadas, como ametralladoras Alfa 44 y 55 ó ZB 37, subfusiles Bergmann o el Kalashnikov AK-47, por 450 euros. 2 conjuntos de diez agentes cada uno de ellos, trabajando por turnos de nueve de la mañana a nueve de la noche a lo largo de mes y medio . Esos fueron los medios humanos que ha debido emplear la Policía para poder organizar las una cantidad enorme de cetmes, fusiles, subfusiles, ametralladoras, pistolas y otros efectos que almacenaba la tienda de deportes «Cantábrico Militaria» de Guecho , que regentaba Manuel P. V., aún en prisión por esta causa. A este hombre, a su hija Amaya, a la pareja de esta y al repartidor de material, Antonio D., se les acusa de tráfico, depósito y tenencia ilegal de armas, pertenencia a conjunto criminal y falsificación de documentos . La investigación de la Comisaría General de Información ha permitido desmantelar «un centro clave en Europa en este género tráfico ilegal, singularmente peligroso», según fuentes del caso consultadas por ABC. En el operativo se intervinieron cerca de 9.000 fusiles tipo CETME, 1.000 fusiles de otras marcas, ametralladoras antiaéreas, 400 obuses y granadas -que fueron retiradas por agentes del TEDAX-NRBQ-, pistolas, revólveres y piezas para “reactivar” las armas, además de material para falsificar la documentación relativa a las mismas y herramientas para alterar sus números de identificación.

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Y m aterial para falsificar la documentación de los cetmes y pistolas que vendían . Esas fuertes invesiones se realizaron antes de ingresar en vigor la nueva normativa, y Manuel P. V., no se encontraba dispuesto a perder el dinero. Por ello decidió continuar con la venta de las armas inutilizadas como marcaba la ley derogada. Encontró un colosal mercado, aunque los clientes, muchas veces, estuviesen relacionados con el planeta del crimen .

Interior Y Europol Aseguran Que El Arsenal Estaba «listo» Para Ser Vendido A Terroristas O Conjuntos Delincuentes

El perito José Jiménez acreditó que las nueve armas señaladas por los Tedax están inutilizadas. En lo que se refiere a los fusiles y el resto de armas de fuego, la mayor parte son simples carcasas, que Cantabrico Militaria alquila como atrezo para el rodaje de películas. El titular del Juzgado de Instrucción y Primera Instancia número 2 de Getxo dictó el pasado 31 de enero el sobreseimiento libre de la causa , tras constatar que la integridad de las armas intervenidas estaban inutilizadas. Jesús recuerda que los agentes dejaron en su local tres o cuatro mil armas de exactamente las mismas especificaciones. La única diferencia es que no habían sido adecentadas y arregladas, en tanto que ellos se dedican a comprar al ejército armas excedentes o dañadas. No comprende por qué razón actuaron sobre unas armas y no sobre otras.

Un CETME L, el polémico fusil que adquirieron en los años ochenta las Fuerzas Armadas españolas, por tan solo 180 euros. Inutilizado para coleccionismo, así como exige la ley, pero cuya rehabilitación se logra con la sustitución de unas piezas. El septuagenario dueño del negocio y su hija, que aparecen entre los cinco detenidos, se consideran en ese mundillo del coleccionismo de armas unas eminencias, hasta el punto de prestar manuales en internet sobre la joya de la corona de Cantábrico Militaria, el popular Cetme español. Según la tesis de la Policía, la tienda de Getxo vendía pistolas y fusiles inutilizados, y después suministraba al comprador las piezas necesarias para reactivarlas y ponerlas en circulación en el mercado negro, una vez borrado su número de serie. El caso ha cambiado de juzgado, llegando al de Getxo, y 4 años tras el comienzo de la pesadilla, el juez ha creído preciso que no se alargue mucho más el proceso.

La Última Operación Contra El Tráfico De Armas Prende Las Señales Antiterroristas

La Policía, tras múltiples semanas de trabajo, ha hecho un inventario del arsenal incautado el pasado enero en la tienda \’Cantábrico Militaria\’ de la ciudad vizcaína de Getxo, en la mayor operación en España y una de las mayores de Europa contra el tráfico ilegal de armas. La compañía vizcaína, con licencia para comercializar estas armas de guerra inutilizadas, tenía un catálogo legal «impresionante» de este tipo de subfusil y no le hacía falta ni uno solo de sus históricos modelos . Aun contaba con prototipos de Cetme que nunca se han comercializado y piezas de este fusil de ataque muy difíciles de conseguir en otra tienda, según aseguran los especialistas. El principal suministrador de Cantábrico Militaria, dicen fuentes de la investigación, habían sido las propias Fuerzas Armadas mediante sus subastas masivas de material desde que en 1999 decidió reemplazar el Cetme como arma de dotación por el subfusil G-36E de la empresa Heckler & Koch. Pero no solo cetmes, Cantábrico Militaria ofrecía en sus catálogos legales otras armas de guerra, siempre y en todo momento inutilizadas, como ametralladoras Alfa 44 y 55 ó ZB 37, subfusiles Bergmann ó el archiconocido Kalashnikov AK-47, por 450 euros. El primordial suministrador de Cantábrico Militaria, dicen fuentes de la investigación, habían sido las Fuerzas Armadas por medio de sus subastas de material desde el momento en que en 1999 decidió substituir el Cetme como arma de dotación por el subfusil G-36E.

Sin embargo, la Policía guardó esta documentación en los contenedores de Basauri y no la entregó al juez hasta el momento en que la defensa lo demandó. En el primer mes del año de 2017, él y su hija fueron internados en una penitenciaría. Les soltaron en el momento en que la Fiscalía y el juez no lograron hallar indicios relacionados con sus acusaciones de tenencia de armas, pertenencia a grupo criminal o falsificación de documentos.

Fueron intervenidas mucho más de cincuenta, muchas de las cuáles procedían de «Cantábrico Militaria», lo mismo que las piezas que se usaban para hacerlas operativas. Los dueños de esta red usaban supuestamente como tapadera de su negocio de tráfico de armas una empresa de compraventa de material de coleccionismo, denominada ‘Cantábrico Militaria’. Recuperar esos fusiles de ataque era algo que hasta ahora «parecía irrealizable técnicamente» tras la novedosa normativa sobre la inutilización que entró en vigor con el nuevo Reglamento de Armas de julio de 2011, en sustitución del texto de 1993, considerablemente más laxo. El conjunto, insisten los investigadores, había logrado recuperar esas armas «técnicamente destruidas» , sobre todo a base de comprar las piezas mutiladas o de fabricarlas en su taller de Getxo. En el registro del lugar, realizado en el primer mes del año de 2017, la Policía intervino todos y cada uno de los libros en los que los propietarios de Cantábrico Militaria registraban las operaciones de venta y los certificados que acreditan que todas y cada una de las armas habían sido inutilizadas.

La Policía Nacional está devolviendo sus armas a los responsables del negocio, esto es, a Jesús y su hija. Este lunes comenzó la restitución, y esto se alargará unas semanas. Cuatro años después, el juez ha comprobado que las armas cumplen con la legalidad vigente. El juez ha ordenado la devolución de las armas, pero la instrucción judicial por presuntos delitos de tráfico, depósito y tenencia de armas, así como pertenencia a conjunto criminal y falsificación de documentos aún no se ha resuelto.

Si alguien se hubiera molestado en examinarlas, habría comprobado que no estaban destinadas a grupos terroristas, sino que fueron usadas en el rodaje de películas tan insignes comoEl laberinto del fauno oLos últimos de Filipinas. Aún resta que la instrucción judicial se pronuncie sobre las acusaciones de la Policía Nacional sobre que los responsables del negocio en teoría revendían las armas, sobre todo los Cetme provenientes del Ejército Español, en el mercado negro. Y esas acusaciones mencionan al crimen ordenado y a grupos terroristas islámicos. Tenía clientes del servicio en Francia, Alemania, Bégica y Estados Unidos , país cuya regulación de las armas es muy laxa y al que fueron a parar grandes cargamentos. Y evidentemente vendía en España a personas que solicitaban pistolas o cetmes «pero de las antiguos, de los de antes de 2011» , como se comprobó con las intervenciones telefonicas.

Figura, por poner un ejemplo, una daga de las Juventudes Hitlerianas con esvásticas grabadas (sin precio, como ocurre con otros artículos increíblemente exclusivos del catálogo), un cuchillo de abordaje español de 1867, o una daga de la Kriegsmarine –la marina nazi-. La Comisaría General de Información de la Policía Nacional logró que el juez ordenara pinchazos telefónicos a los propietarios de Cantábrica Militaria en noviembre de 2016, tras aportar un informe que vinculaba a este establecimiento múltiples armas que habían sido intervenidas a grupos de criminales en Bruselas (Bélgica), Carlet , Alicante y Palma de Mallorca. El resto de armas han quedado guardadas en dos contenedores junto a la Comisaría de Basauri .

De este modo había sucedido, por poner un ejemplo, en mayo de 2013, cuando el directivo de una sucursal bancaria de Burgos fue tiroteado durante un atraco. La operación para desmantelar a la banda tuvo su origen en el seguimiento que los investigadores llevaron a cabo de las armas usadas por un terrorista en el atentado contra el museo judío de Bruselas el 24 de mayo de 2014, en el que resultaron fallecidas 4 personas por los tiros de un ciudadano de nacionalidad francesa y de origen argelino. Destacan por ejemplo algunas armas blancas de coleccionismo, con un muy, muy amplio repertorio incluido en el catálogo.

Actualmente siguen imputados, pero comienzan a ver la luz tras tanta obscuridad al revisar que el juzgado trabaja en el caso. Detrás de todo lo mencionado hay una familia de Getxo que transporta 70 años dedicados a las armas de coleccionismo. Compran excedentes al ejército, los inutilizan y los comercializan como armas históricas a coleccionistas, museos, producciones audiovisuales y similares. Pasaron tres meses en la prisión, sin posibilidad de fianza, y aún están imputados en un juzgado de primera instancia de Getxo. Les liberaron sin cargos cuando la Fiscalía y el juez no encontraron rastros que les relacionaran con los cargos por los que la Policía Nacional les detuvo. Además de esto, Manuel P. V. y su hija Amaya tenían un taller para reactivar las armas , con un torno con la capacidad de llevar a cabo las estrías en el ánima de un cañón y maquinaria para troquelar las marcas y numeraciones.